Aznar dice que el 11-M se usó «para dividir a la gente»

«Es la primera vez que se atribuyó la responsabilidad del terrorismo al Gobierno».romeu11m

Es verdad. Y le encontrasteis el gusto. Han sido cinco años largos de conspiranoias, titadynes, mochilas, cangoos, suicidas, alomojós, trufados con rendiciones a ETA, supuestos chivatazos de Rubalcaba, en mi nombre no, y todo tipo de retorcidos y menos retorcidos métodos de culpar de la sangre derramada al gobierno. Siempre la culpa es del gobierno si el gobierno no soy yo.

Los chorizos en la política

«JAJAJAJA. . . Mientras sigue la movida en Valencia ZetaParo sigue bajando en las encuestas. El pueblo es listo. Sabe que chorizos hay en todas partes pero que los ineptos están en el gobierno. APORELLOS. OEEEEEEEEEEEEEEE» Es un profundo comentario que leo en Elplural.com ahora mismito. Lo firma alguien de un nombre interesante: cachomierdaZetaP. La antroponimia española está evolucionando curiosamente en una dirección muy particular. Idiota significaba ‘particular’ o ‘peculiar’ en griego clásico, por cierto.chorizos

La cuestión es que los socialistas perdieron el apoyo mayoritario de la ciudadanía cerca de una década por verse envueltos en casos de corrupción en los ochenta y noventa. Y se enajenaron para siempre a segmentos enteros de la población, otrora votantes o simpatizantes. Personas, en muchos casos, personal o humanamente más próximos a los valores del diálogo y la igualdad representados por la izquierda moderada que a los vociferios, las banderas y las jerarquías sociales de la derecha de toda la vida. Personas desencantadas ante la corrupción de quienes decían luchar por los humildes.

Eso sí, no entiendo a qué esperan para desencantarse ya con su refugio temporal. El PP gürteliano no tiene nada que envidiar a Filesa, Juan Guerra o Roldán. Seguramente, creo que así se demostrará, será mucho más grave. Pero al PP le saldrá gratis. Porque a esta democracia con escamas y de vuelta de muchas cosas, esto no le llega. A sus votantes no les llega, porque, o no lo creen, lo que es muy grave, o no les afecta por creer que a fin de cuentas «todos son iguales». Que es mucho peor.

Para este fin trabaja con denuedo ahora la brunete post-losantiana, tan temible y saludable como siempre. Y con éxito, como vemos en nuestro sutil  comentarista.

Populares por cansancio

Las últimas encuestas señalan cada vez de modo más claro que la intención de voto de los españoles es popular. Se va produciendo poquito a poco un desapego, un enfriamiento, un alejamiento ciudadano de la retórica amable de un leonés de ojitos azules.zapatero

El zurrón del adiós de ZP se ha ido llenando a lo largo de cinco años largos ya por su llegada en tren de cercanías a la Moncloa, la rendición a ETA, la ruptura de España, la España de las autonomías, las nevadas, la persecución al PP, la crisis económica, el paro, la división entre españoles, el infanticidio, la persecución de la Iglesia Católica, el ataque liberticida a la prensa libre, la ropa de sus hijas y los secuestros de pesqueros vascos en el Índico, entre millones de cositas y cosotas día sí y día también.

Al lado, el salvador gallego de barba blanca y pelo teñido, el que nos habla de la niña y del Tato, pero no nos habla de Gürtel, con una valoración bajísima y un gran rechazo de propios y extraños, parece que va a ‘heredar’ pronto el chalecito de Moncloa.

Es claro que Zapatero no llegó a la Moncloa por conspiración alguna y que si alguien engañó fue el núcleo próximo al dueño del cuaderno azul, que con ETA no hubo rendición, sino el enésimo intento de diálogo, el primero al que se le acompañó con sucia demagogia partidaria; es claro que España no se ha roto y que las autonomías llevaban décadas funcionando antes de la llegada a Moncloa de Zapatero; es evidente que todos los inviernos hay problemas de tráfico con las nevadas; es evidente que al PP y a cualquiera se le debe perseguir si se deja ensuciar de corrupción; es claro que la crisis económica es internacional y que la burbuja nacional se fue fabricando durante décadas y creció especialmente cuando España iba bien; es claro que el paro, en crisis y en no crisis siempre ha sido más alto en España que en nuestro entorno; parece claro que la división entre españoles la provocan siempre los que más gritan y odian, y no quienes son insultados; es claro que reformar la Ley del aborto no es infanticidio; es claro que, si acaso, la Iglesia Católica goza de privilegios muy suculentos y desde luego no es perseguida; es evidente que lo que ha habido es un torrente de bazofia pseudoperiodística cuasidelictiva, tolerada hasta la estulticia y ningún ataque liberticida a la prensa libre; parece evidente que si la Armada recomienda a los pesqueros no viajar fuera de la zona de seguridad en el Índico, y no se le hace caso, es difícil protegerlos…

Eso sí, parece que el cansancio de ver siempre la misma carita azul y las mismas explicaciones, dará en algún momento por buena la ignominia mentirosa y desleal. El cansancio es lo que tiene. Que es preferible pensar en un paseo por el monte el próximo sábado, en las rebajas de El Corte Inglés o en los fichajes del Real Madrid.

Régimen de terror, terror de régimen

vga_ARMANIEl terror es terrible. Por definición. Un régimen, sobre todo después de un verano loco, también es terrible. Se trata de que te sigan sentando bien los trajes.

Ahora a mí me aterra más que a un político en activo con trajes lujosos y mayorías ciudadanas abrumadoras detrás, al lado y delante de él, le parezca que vive en un régimen de terror incluso cuando ha sido exonerado de culpabilidad con respecto a la imputación de un delito de cohecho por unos regalillos sin importancia que sí pagó o no, o sí, o son como si fueran anchoas.

Un régimen de terror porque el sistema de justicia consideró que no olía muy bien que su honorabilísima persona hubiera recibido regalos por valor de unos cuantos miles de euros de parte de una empresa investigada por corrupción y que ha logrado contratos millonarios con todas las administraciones valencianas.

Si quiere podemos hablar de otro régimen de terror. No hace falta ir muy lejos. En esta misma piel de toro, antesdeayer, podías terminar con tus huesos en el barro y un tiro de gracia en la nuca porque no sé quién había dicho a no sé quién, por un quítame allá esas tierras, que eras un rojo de mierda amigo de Moscú. A este régimen se le asocia mucho mejor con el concepto de terror.

Otra gracia de la inmundicia política del día es la elección de malos. El PSOE es el que quiere instaurar un régimen de terror… porque el poder judicial se atrevió a imputarlo. Su íntimo amigo el juez De la Rúa, de momento sobreseyó el caso. Pero nos queda esperar a la decisión final del Supremo. Eso sí, el PSOE no es parte en todo esto. ¿O puede alguien desmostrar otra cosa?

¿Régimen de terror o régimen de estupor?

La manipulación política

«Yo ahora sólo veo Intereconomía TV». «Ya, te entiendo, por higiene mental, me imagino…». Entreoí en una conversación de dos personas inteligentes la noche de ayer mismo.

«El problema de la mente es que su poder (la capacidad de hilvanar una realidad coherente a partir de la confusión explosiva, mareante, poliédrica, en la que vivimos) es también su rémora. La mente no es que solamente pueda crear un sentido de la realidad, es que es su obligación hacerlo. Cuando no puede mantener un sentido confortable de un mundo coherente, la mente (y la persona) entra en un estado de agitación y perplejidad. Y es aquí donde la mente se mete en problemas, sometiéndose a creencias irracionales, explicaciones no plausibles y soluciones ilógicas.

Pero, ¿por qué este estado psicológico de perplejidad es tan intolerable como para echar por la borda la razón, el juicio y el sentido comúnManipulación? (…)

La perplejidad es la profunda oscuridad de la mente. Es el resultado emocional de no ser capaz de distinguir con confianza lo que es real de lo que no lo es. En un estado de perplejidad, el mundo es temiblemente caótico, sin racionalidad, predictabilidad o seguridad. Cuando la mente está perpleja, para combatir su desintegración, comienza a fabricar, recomponer, editar, borrar y selectivamente atender a la realidad del modo que sea para recuperar un sentido de la realidad que le convenza como «verdadero». A menudo, eso sí, lo hace de un modo bastante problemático y poco intuitivo. La realidad que nos hilvanamos al final no tiene por qué sear una realidad «correcta»; nos es suficiente con una realidad que nos lo parezca y nos elimine la perplejidad.

La perplejidad es difícil de tolerar en sí misma, pero lo es especialmente si nos surge en áreas de inseguridad tales como la comprensión de acontecimientos importantes en nuestro mundo, en nuestro sentido de autovaloración, en nuestra sexualidad o en la seguridad personal.

Cuando el sentido coherente de la realidad de la mente se siente amenazado, la mente tomará decisiones extraordinarias para preservarlo, incluso si ello va contra la lógica, la moralidad personal o el sentido común. A menudo la mente «regresa» a un estado en el que se siente menos perpleja, aun funcionando con menor eficacia en tanto que mente.

En la regresión psicológica, la mente, sin proponérselo, regresa a niveles de desarrollo previos, que le exigen menos. Cuando el pensamiento de uno es más concreto, como el de un niño, es más probable que sea gobernado por la supersitición que por la lógica, y es menos probable que sea analíticamente sólida. La gente se hace, literalemente, más simple en su estructuración mental. (…).

Cuando la gente «regresa» de este modo, también se hace más dependiente de otros para el ejercicio del juicio, para una interpretación de los acontecimientos externos, y para un código moral. Los que encienden la luz están más que dispuestos a llenar este vacío y cubren esa necesidad. Los encendedores eficaces se preocupan de las necesidades emocionales de la gente que se encuentra en esta situación presentándoles mensajes que les hacen sentir mejor temporalmente, aunque a la larga lo hagan en el propio interés de estos iluminadores, y no en el de las víctimas.

La gente prisionera de la duda acerca de qué es real y qué no, busca sobretodo dos cosas: seguridad y simplicidad. La lógica y el análisis son funciones mentales de mucho más alto nivel y suponen un esfuerzo excesivo para una mente perpleja. Así, escuchar a George W. Bush era mucho más simple que escuchar a Al Gore o John Kerry. Escuchar la poderosa certeza simplista del gurú radiofónico Bill O’Reilly proporciona a una mente desbordada y confusa mucha más seguridad y apoyo que un análisis de noticias desapasionado. Además, la experiencia emocional que proporciona O’Reilly, la ira y el disgusto, proporciona pseudoclaridad para una mente perpleja y tiende a justificar el sentimiento de la gente de que siempre hay alguien a quien culpar de sus problemas: los progres, los demócratas, los pobres o los franceses…». Dr. Bryant Welch, State of Confusion. Political Manipulation and the Assault on the American Mind, Nueva York, 2008, 21-23. Traducción mía.

Persecución a la oposición: diálogo con la prensa supuestamente moderada

ABC Miércoles, 12-08-09

PERSECUCIÓN A LA OPOSICIÓN

MARIANO Rajoy denunció ayer con razón la persecución desatada contra el PP desde diversas instancias gubernamentales, considerando que se trata de actuaciones inquisitoriales y provocadoras de una crispación política de la que el PSOE aspira a sacar réditos.

¿Con razón? La llamada «persecución» son procesos judiciales en marcha por supuestos casos de corrupción política de destacados miembros del Partido Popular, con frecuencia consecuencia de denuncias de miembros del mismo partido. En cualquier caso, un proceso en el que no interviene el PSOE ni el gobierno sino el estado de derecho (la policía, los jueces, los fiscales) contra presuntos corruptos no puede llamarse «persecución».

Ciertos sectores del PSOE parecen incapaces de asimilar los últimos resultados electorales, el cambio de rumbo que anuncian todas las encuestas y, en definitiva, el grave deterioro de la confianza de los ciudadanos en el Gobierno cuando ha transcurrido poco más de un año de legislatura.

No sé lo bien o mal que el PSOE ha digerido la derrota en las europeas. En cualquier caso, los casos de corrupción sub iudice están ahí porque miembros del PP han sido imputados por el sistema judicial y han sido implicados, a la espera de juicio, en un clásico esquema de corrupción política. Esto no tiene nada que ver con la digestión de las elecciones por parte de los socialistas. Sólo faltaba que los socialistas deban pagar el pato cuando se corrompen ellos y también cuando se corrompen los demás.

No hay casualidad sino planificación sistemática en la reiteración de episodios en torno al «caso Gürtel». Surgen cada poco denuncias sin fundamento contra líderes populares, obligados a defenderse públicamente antes de que exista el más mínimo indicio al respecto.

¿Y cómo pueden afirmar ustedes algo así con tanta ligereza, señores de ABC? ¿Conspiranoicos otra vez? ¿Qué pruebas me dan ustedes? Cuando alguien es imputado ello significa que un juez, la tercera pata del estado, establece que hay indicios de culpabilidad. El interfecto puede dimitir, no dimitir, defenderse o no defenderse. Pero es un imputado, no un culpable. Políticamente puede ser un cadáver… o no. Pero esto me recuerda la doctrina aznariana al respecto cuando los imputados eran socialistas, allá por los primeros noventa.

Las imágenes de estos días en Palma de Mallorca pretenden reincidir en el mensaje reiterado de que el PP es un partido corrupto, con un criterio de criminalización del adversario político que resulta sencillamente intolerable en una democracia pluralista.

Las imágenes muestran a detenidos por la policía. Son detenidos por  malversación de fondos públicos. Si no hubiera caso, no habría detención y no habría imágenes. El que no hubiera habido imágenes hubiera sido más conveniente políticamente para el PP. Pero no hubiera supuesto que no había caso. Porque lo que de verdad importa es si hay caso.

Mayoría y minoría son indispensables para desarrollar el libre juego democrático y tan legítima es la postura del Gobierno como la de la oposición a la hora de ejercer en plenitud los derechos de participación política que reconoce la Constitución.

Claro. ¿Quién dice lo contrario? Entonces, ¿no investigamos / juzgamos los casos de corrupción?

Es muy grave que existan amenazas y coacciones, sean explícitas o implícitas, que supongan una limitación material o psicológica en la labor de oposición que se desarrolla en nombre de muchos millones de ciudadanos y que es la seña de identidad de una democracia digna de ese nombre.

¿No investigamos los casos de corrupción?

El propio presidente del Gobierno se sumó sin matices hace unos días a esa campaña de descrédito, y ayer recibió cumplida respuesta de Rajoy.

¿Se sumó sin matices? ¿qué dijo? ¿Que no se puede acusar sin pruebas al gobierno de algo tan grave y tan absurdo como lo señalado por Cospedal?

 También ayer, el ministro del Interior calificaba de «infamia» las denuncias de la secretaria general del PP sobre eventuales escuchas telefónicas ilegales a destacados dirigentes de su partido. En lugar de declaraciones altisonantes, el Ejecutivo debería dejar de utilizar sin pudor determinados instrumentos del Estado al servicio de sus intereses partidistas.

¿Y quién dice que es así? ¿Vosotros? ¿Cómo lo probáis? 

Resulta insólito que desde las más altas instancias del Gobierno se dicten instrucciones a la Fiscalía sobre la presentación de recursos contra decisiones jurisdiccionales que rompen la dinámica de acusación generalizada contra la oposición.

De la Vega fue poco hábil. Pero ABC no puede afirmar, porque no lo sabe, que el gobierno dé instrucciones de nada a la fiscalía. En cualquier caso, el recurso de la fiscalía se quedará en nada si el juez estima que no hay nada condenable. Y si lo hay, lo siento por Camps y por ABC, pero a la ciudadanía se le debe la condena de los culpables. 

A su vez, no estaría de más que el Ministerio Público se planteara utilizar sus competencias para investigar de oficio los hechos denunciados por María Dolores de Cospedal, cuya confirmación -en su caso- exigiría una respuesta contundente del Estado de Derecho. Después de treinta años de democracia, la opinión pública se pregunta con inquietud cómo es posible que se ponga en cuestión la legitimidad del ejercicio de las alternativas políticas y se utilicen sesgadamente las instituciones en busca de ventajas particulares. Por mucho que las vacaciones distraigan la atención de los ciudadanos acerca de las declaraciones de los políticos, es imposible pasar por alto unos hechos extremadamente graves, que van mucho más allá de la confrontación cotidiana entre los partidos. El PSOE, en sus horas más bajas desde que Zapater accedió a la secretaría general, pretende gobernar sin oposición o, cuando menos, atemorizar a todos aquellos que no comparten sus criterios. Rodríguez Zapatero debe ordenar con urgencia que cesen estas prácticas intolerables.

Bla, bla, bla. Amigos, no tenéis nada y sólo sois un recurso vicario más para tratar de tapar la luna con el dedo. Lo siento por vuestro papelón. Lástima de prensa…

El «moísmo» y Trece rosas rojas

Ante la apología del crimen, lo único que me sale hoy es repetirme.rosa

La historia que os traigo es triste. Pero triste de verdad. Hace un par de años ya leí Trece rosas rojas, un emotivo libro de Carlos Fonseca acerca de trece jóvenes, muy jóvenes muchachas madrileñas (siete de ellas eran menores de edad), que, acusadas de ‘rojas’ en una caricatura de juicio, fueron fusiladas en la madrugada del 5 de agosto de 1939 contra las tapias del cementerio Este de Madrid. Carmen Barrero, veinte años. Martina Barroso, 24. Blanca Brisac, 29. Pilar Bueno, 27. Julia Conesa, 19. Adelina García, 19. Elena Gil, 20. Virtudes González, 18. Ana López, 21. Joaquina Laffite, 23. Dionisia Manzanero, 20. Victoria Muñoz, 18. Luisa Rodríguez, 18. He elegido a Blanca Brisac. Tenía un hijo de once años. Ella era pianista y su marido, Enrique García Mazas (35 años) era violinista. Él fue fusilado la misma noche que ella. Ninguno de los dos era militante de ningún partido. Pero él era amigo de un militante comunista. La noche en que se la llevaban al último paseo escribió una carta a su hijo Enrique, que la conserva hoy. La metió en un sobre azul en el que ponía: «para entregar a mi hijo Enrique García Brisac en el día y hora que se crea conveniente». Ésta es:

«Querido, muy querido hijo de mi alma. En estos últimos momentos tu madre piensa en ti. Sólo pienso en mi niñito de mi corazón que es un hombre, un hombrecito, y sabrá ser todo lo digno que fueron sus padres. Perdóname, hijo mío, si alguna vez he obrado mal contigo. Olvídalo, hijo, no me recuerdes así, y ya sabes que bien pesarosa estoy. Voy a morir con la cabeza alta. Sólo por ser buena: tú mejor que nadie lo sabes, Quique mío. Sólo te pido que seas muy bueno, muy bueno siempre. Que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor y tú tienes que ser un hombre bueno, trabajador. Sigue el ejemplo de tu papachín. ¿Verdad, hijo, que en mi última hora me lo prometes? Quédate con mi adorada Cuca y sé siempre para ella y mis hermanas un hijo. El día de mañana, vela por ellas cuando sean viejitas. Hazte el deber de velar por ellas cuando seas un hombre. No te digo más. Tu padre y yo vamos a la muerte orgullosos. No sé si tu padre habrá confesado y comulgado, pues yo no lo veré hasta mi presencia en el piquete. Yo sí lo he hecho. Enrique, que no se borre nunca el recuerdo de tus padres. Que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la enseñaron a mí. Te seguiría escribiendo hasta el mismo momento, pero tengo que despedirme de todos. Hijo, hijo, hasta la eternidad. Recibe después de una infinidad de besos el beso eterno de tu madre. Blanca. Pd.: Te envío, hijo, una de mis trenzas. Guarda mi libro de misa y una pajarita que te envío, y mis medallas.»

Acabo con un nudo en la garganta.

Los falsos testimonios de Cospedal

«El PSOE debe reflexionar; es muy aficionado a levantar falsos testimonios sobre las personas», dice ahora María Dolores de Cospedal, a quien no parecen sentarle muy bien las vacaciones. Hace un par de días señaló que el gobierno en lugar de perseguir a ETA persigue al PP. También dijo que el gobierno realiza escuchas telefónicas ilegales a miembros de su partido.testimonios-744x441

Yo no sé si seré tan inocente como me parezco a mí mismo, pero a veces, como mero ejercicio, como si hablara conmigo mismo, encuentro desahogo en verbalizar lo obvio. Así me lo aprendí yo.

Estoy harto de sorprenderme con los tácticos ideólogos del conservadurismo hispano y su capacidad de superación. Ahora toca, de nuevo, culpar al prójimo de los pecados propios, y exigirle que demuestre su inocencia. Cospedal y sus amigos llevan mareándonos a todos con que su partido es perseguido por el gobierno, que quiere aniquilarlo. Con eso de «persecución del gobierno» se refieren al sumario del caso Gürtel en que varios mandatarios importantes de su partido han estado o están imputados por distintos tipos de corruptelas. De lo que se desprende que a los políticos del PP que se corrompan hay que dejarlos en paz. A sus votantes les parece bien. A los demás nos tiene que parecer bien también. Si no, la democracia está en peligro.

Según su manual, la corrupción es de la izquierda. Y la verdad es que es a la izquierda es a la que le cuesta votos. Ellos pueden cargarse a Bermejo con lo de la famosa cacería en tierras de Jaén. Pueden despellejar en público a Garzón. O a Gallardón, que es de los suyos pero poco. O a Rubalcaba. O a ZP. Por lo que quieran, por lo que sea. Porque nieva, porque hay incendios o por lo que sea. Pueden culpar sin pruebas al gobierno de realizar escuchas ilegales y espionaje. Porque quieren, porque conviene. De espionaje, la verdad, ellos entienden bastante, unos por practicarlo y otros por sufrirlo. Que le pregunten a Esperanza Aguirre y los entretenidos miembros del PP madrileño.

Pero yo también aprendí de niño y luego creciendo junto con nuestro estado de derecho, que a los políticos corruptos hay que perseguirlos, juzgarlos y condenarlos. Y que eso precisamente garantiza el buen funcionamiento de la democracia, y no pretender que no se haga y que no se hable de ello para ocultarlo culpando al mensajero, al policía, al juez, al fiscal, al gobierno.

Personalmente, estoy HARTO. Nunca tendrán mi voto, de eso estoy seguro, y no podré evitar sentir cada día más lástima por quienes den por buenas estas tácticas premiándolas con el voto directo o la abstención indirecta.

La íntima y sentida relación entre De la Rúa y el presidente de la Generalitat

Al parecer hay una trama de presunta corrupción de miembros del PP que habrán recibido recompensaembudos de distinto tipo y cuantía de un grupo de choricillos  de distinto pelaje que han logrado (esto está fuera de toda duda) suculentos contratos con distintas administraciones públicas gobernadas por el PP. El negocio de este grupo de empresas asciende a sopotocientos millones de euros. Los peajes es lo que se investiga… o se investigaba.

El posible cohecho propio o impropio que ha hecho dimitar a los políticos del PP que no conoce ni Dios, pero que no ha llegado a quitar la sonrisa a Camps, la mala leche a Barberá o la afición al bel canto a Aguirre.

En torno a todo esto la prensa libérrima se ha cobrado hasta ahora una pieza. El ex-ministro Bermejo, el ministro de quien se exigió la dimisión antes de que tomara posesión de su cargo, terminó dimitiendo porque al haber coincidido con el juez en una cacería alomojó eran amigos y maquinaron cosillas. También fuimos machaconamente instruidos de lo malo que es ahora Garzón y de los tejemanejes del gobierno de ZP, liderado en las malas artes, como siempre, por Rubalcaba. Que no haya pruebas es secundario. Que Garzón entrullara en el pasado a algún ministro socialista, también. Probar las cosas sólo es necesario algunas veces.

La amistad de un juez es motivo de disgusto o de gustirrinín según los casos, también. A Camps la amistad con el juez De la Rúa no se le sospecha, se le conoce. En un acto oficial en septiembre de 2008, Camps, ante el juez en persona, aseguraba: “Tendremos que buscar en el diccionario otra palabra distinta [de amistad] que resuma esta íntima y sentida relación entre De la Rúa y el presidente de la Generalitat”.

Sindicalista retrógrado piquetero

José Luis Rodríguez Zapatero despierta pasiones. La mayoría ciudadana sigue dándole a él la máxima puntuación de los líderes políticos. El conservador hispanicus sigue no obstante haciendo esfuerzos para no tirarle zapatos a su imagen en la tele. José Luis Rodríguez Zapatero no es buen orador, pero inspira confianza o la ha inspirado a un número suficientemente alto de españoles.

J. L. R. Z. o ZP es licenciado en Derecho y procede de una familia leonesa que sufrió en sus carnes la Guerra Civil. Fue brevemente profesor asociado de Derecho Constitucional en la Universidad de León, y representa a la socialdemocracia obama-zpcentroizquierdista que se amolda mejor al sentir mayoritario de los residentes en la vieja piel de toro. Es cualquier cosa menos radical, aunque le gusta mostrar su lado progresista para no enajenarse a la volátil izquierda que ha ido desertando de IU y sumándose a sus siglas y a su sonrisa azul.

Evidentemente la crisis económica golpea siempre más a quien menos tiene. Los apoyos de los más desfavorecidos, por otro lado, son fundamentales para ZP. Ser musa de los jóvenes también. Por ello ZP siempre ha sido el demonio del homo dextrosus peninsular. Representa todo lo que aborrecen, y fundamentalmente, es un recuerdo perenne de lo que nunca debió ser: la pérdida traumática del bastón de mando en 2004.

Por ello se ha inventado tanto, se ha intentado tanto, se ha enparanoiado tanto todo, desde el 15 de marzo del infausto annus horribilis de la derecha. Por eso cada día dan un saltito más, un coscorrón más, un insulto más.

El sindicato es una vieja institución democrática de las sociedades capitalistas cuya función es velar por el derecho de los trabajadores, por las prestaciones sociales, por su bienestar, el bienestar del único pilar imprescindible en una economía de libre mercado: el currante. Los sindicatos reflejan fielmente el sentir democráticamente expresado de los trabajadores, de la mayoría social.

Enfrente, los empresarios representan a los poderosos, a los que tienen la pasta, a los que se benefician siempre más en una sociedad capitalista. A muchos explotadores vocacionales. La patronal es de todo menos democrática, pues no representa al pueblo, a las ovejas, sino al pastor que las ordeña.

¿Con quién es razonable que esté el Partido Socialista Obrero Español? ¿con los sindicatos o con los empresarios? ¿Con quién es razonable que esté la derecha «liberal» de toda la vida?

Las caretas por el suelo. La marquesa «cojonuda» considera que Zapatero es un sindicalista y lo dice a modo de insulto. Como si dijera «muerto de hambre», «mindundi», vel sim. Para pisarle más fuerte la nuez añade «retrógrado», en esta especie de esquizofrenia tradicional de la derecha tradicional. El conservador acusando al progresista de ser retrógrado es bueno, muy bueno. Y ya, guiada por el libre ejercicio de las bajas pasiones añade, llegando al clímax… «piquetero»…

Éste es el respeto que le inspira al supuesto centro derecha democrático español el presidente del gobierno elegido por la voluntad popular hace muy poquito más de un año. Si Zapatero defiende sus posiciones, las de su gobierno, las de su partido, las de más de 11.000.000 de españoles, ante las estratagemas de los empresarios defensores sobretodo de sus bolsillos, amigos, su comportamiento es… «piquetero».

Hoy mismo, con desparpajo, la amiga del bel canto Aguirre ha llamado a Zapatero para disculparse  por si las palabras de ayer «han podido molestarle». Con un par, mientras Cospedal seguía machacando con las mismas, así como Rajoy, el experto en «cosas».