Régimen de terror, terror de régimen

vga_ARMANIEl terror es terrible. Por definición. Un régimen, sobre todo después de un verano loco, también es terrible. Se trata de que te sigan sentando bien los trajes.

Ahora a mí me aterra más que a un político en activo con trajes lujosos y mayorías ciudadanas abrumadoras detrás, al lado y delante de él, le parezca que vive en un régimen de terror incluso cuando ha sido exonerado de culpabilidad con respecto a la imputación de un delito de cohecho por unos regalillos sin importancia que sí pagó o no, o sí, o son como si fueran anchoas.

Un régimen de terror porque el sistema de justicia consideró que no olía muy bien que su honorabilísima persona hubiera recibido regalos por valor de unos cuantos miles de euros de parte de una empresa investigada por corrupción y que ha logrado contratos millonarios con todas las administraciones valencianas.

Si quiere podemos hablar de otro régimen de terror. No hace falta ir muy lejos. En esta misma piel de toro, antesdeayer, podías terminar con tus huesos en el barro y un tiro de gracia en la nuca porque no sé quién había dicho a no sé quién, por un quítame allá esas tierras, que eras un rojo de mierda amigo de Moscú. A este régimen se le asocia mucho mejor con el concepto de terror.

Otra gracia de la inmundicia política del día es la elección de malos. El PSOE es el que quiere instaurar un régimen de terror… porque el poder judicial se atrevió a imputarlo. Su íntimo amigo el juez De la Rúa, de momento sobreseyó el caso. Pero nos queda esperar a la decisión final del Supremo. Eso sí, el PSOE no es parte en todo esto. ¿O puede alguien desmostrar otra cosa?

¿Régimen de terror o régimen de estupor?

7 pensamientos en “Régimen de terror, terror de régimen

  1. Goebbels puro y duro. Especialmente éstos de sus 11 principios

    3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

    5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

    6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

    7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

    9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

    10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

    11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

  2. Es un régimen de terror porque personas como usted o como yo, que somos unos bastardos que no tenemos ni DNI, podemos estar aquí escribiendo nuestra opinión y quejarnos de que sinvergüenzas como este caballero salgan impunes de cada chanchullo que hacen.

    Es un régimen de terror porque el contrario, que es el de una España como Dios manda, bien derecha, lo ha definido usted a la perfección en el cuarto párrafo.

    Esa es una España en condiciones, en la que melenudos como yo estaríamos donde, según estos señores, deberíamos estar: en la cárcel.

  3. ¿régimen de terror?… ¿régimen de terror?…
    ¡ay! no me lo digas…. Franco. El que instituyó Franco y toda su corte de allegados/abnegados/… y se encargaron de aplicar hasta las «ratas», para que todo quisque sintiera sobre su cabeza la famosa espada… y alguno la sintió ¡vaya que sí!

    Besos ¿Cómo sigues? PAQUITA

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